Algo que me pasa siempre es sentirme fea, sé que no debo ser la única pero no sé, yo no puedo ver nada bueno en mí, en serio, me siento fea, "supuestamente" lo que importa es la personalidad pero no seamos hipócritas lo primero que llega a otra persona es la imagen física. No es que este traumada con verme bien pero a nadie le gusta sentirse mal. Siento estar rodeada de gente linda y eso me hace sentir peor. Solo veo mis defectos y no creo tener "algo" que atraiga. Y cuando me siento así, casi siempre, nada ni nadie puede suberme el autoestima, lo tengo enterrado a un metro y medio bajo tierra y no sale de ahí, me gustaría ser una persona más segura de sí pero no puedo, no digo ser creída ni nada por el estilo porque realmente me desagrada las personas así pero al menos tenerme un poco de autoconfianza. Solo digo

Si aun te queda algo de amor dentro de tu corazón no me mires a los ojos que me muero… yo me muero de dolor.

       ¿Seré la única persona que se siente buena para nada?

Para mí todos somos buenos y malos en algún momento de nuestras vidas. Que sé yo, pienso eso. En menor o mayor medida.

Una mujer blanca, de 51 años en el avión le toco un asiento al lado de un hombre negro. Obviamente, enojada por esto, la señora llamo a la azafata. -Señora, ¿cual es el problema? - preguntó la azafata. -Obviamente, no lo ve. - dijo la señora - Me han sentado al lado de un hombre negro. No estoy de acuerdo en sentarme al lado de un persona perteneciente a un grupo repugnante, deme otro asiento. -Calmese - dijo la azafata - Todos lo asientos en este avión están ocupados, pero veré si hay alguno libre por ahí. La azafata se fue y después volvió diciendo: - Señora, hablé con el capitán. Él me dijo que no hay asientos libre en la clase turista, pero que hay un asiento en la primera clase. Antes de que la señora pudiera decir algo, la azafata continuo: - Generalmente la compañía no deja que gente de la clase económica pase a primera clase. Pero, dadas las circunstancias, el capitán siente que sería escandaloso hacer que alguien se siente al lado de una persona repugnante. Luego, la azafata le dijo al hombre negro: - Por lo tanto, señor, si usted le gustaría, por favor agarre sus cosas y vaya a primera clase. Los demás pasajeros quedaron sorprendidos pero se pararon y aplaudieron.